
Comenzaremos diciendo que un electrodoméstico sucio y sin limpiar, puede consumir y gastar más que si estuviera a punto. Todo aparato que funciona mediante corriente eléctrica tiene el peligro de sobrecalentarse. Por este motivo los fabricantes diseñan unas vías de refrigeración que ayudan a que salga el aire caliente y que el electrodoméstico funcione mejor. Además, todo electrodoméstico que no se cuida, funciona peor y se estropea antes.
Cómo limpiar la lavadora
La lavadora requiere unos cuidados y conocerlos hace que le saques el mejor partido, que las prendas salgan más limpias, que consuma menos energía y que dure mucho la ropa y la propia lavadora. Lo más importante es que limpies los filtros de forma periódica ya que es ahí donde acaban quedándose las pelusas, pelos, restos textiles y otros objetos que se desprenden en cada lavado.
No limpiar los filtros puede suponer una avería grave que podrías haber evitado extrayendo y vaciándole una vez cada mes. Otra de las claves para mantener limpia la lavadora, son las juntas al abrir la puerta. Aquí también se acumula suciedad maloliente y cargada de bacterias. Deberás pasar un trapo con jabón y agua caliente para quitarlo cada poco tiempo.
Además debes dejar la puerta abierta de la lavadora después de cada lavado para que el interior del tambor se seque bien y no se acumulen humedades.
Cómo limpiar el frigorífico
La nevera es el aparato que más electricidad consume de toda la casa. Es importante mantener limpias y secas las baldas para evitar que salgan bacterias. También es fundamental que el aire frío fluya sin obstáculos par llegar a todos ellos, ya que si no no podrá cumplir su objetivo de forma óptima y tus alimentos se estropearán antes de tiempo.
Debes mantener el serpentín siempre limpio de polvo y con espacio al rededor para evitar que se recaliente y consuma más de lo deseado y prolongar su vida útil. Puedes limpiarlo pasando un plumero con suavidad cada poco tiempo.
Cómo limpiar el horno
Si cuentas con un horno pirolítico debes saber que la pirólisis es un proceso higiénico muy efectivo durante el cual tu horno se pone a 500°C para convertir en cenizas cualquier resto orgánico, de forma que solo necesites pasar una bayeta para retirarlo. Mantener limpio tu horno no es una opción sino una cuestión de salud y seguridad. La grasa y comida que se acumula en él al cocinar se carboniza, contaminando tus alimentos y pudiendo provocar incendios.
Si no tienes un horno pirolítico debes retirar bandejas y rejillas para limpiarlas en el fregadero o el lavavajillas. Déjalas en remojo con agua caliente y unas gotas de desengrasante. Después usa una esponja húmeda para frotar las paredes interiores del horno. Otra buena opción es un litro de agua con cuatro cucharadas de bicarbonato de socio para la limpieza de tu horno. Hazte con un rascador y úsalo para arrancar los restos de las rejillas y del interior del horno.
Cómo limpiar el lavavajillas
El mejor momento para limpiar el lavavajillas es después de haberlo puesto, cuando está húmedo y caliente. Vacía todo lo del interior, las bandejas, cestas y utensilios. Comprueba los brazos giratorios, revisando los agujeros uno a uno para asegurarte de que el agua pasa correctamente a través de todos ellos. Usa los palillos de dientes para retirar cualquier resto que pueda provocar un pequeño atasco.
Limpia las proximidades de la puerta y si el modelo tiene un filtro, retíralo y límpialo. Limpia el sello de la puerta con un trapo viejo empapado en vinagre y un poco de zumo de limón. Esto acabará con las bacterias y las manchas resecas. Para limpiar la cesta de los cubiertos debes sumergirla en agua caliente con jabón y déjala ahí toda la noche.
Para eliminar depósitos de cal, pon el lavavajillas vacío con dos vasos de vinagre blanco en su interior. Si tienes problemas con moho u hongos, añade medio vaso de lejía en el fondo del lavavajillas y pon en marcha un ciclo completo de lavado. Limpia los botones y paneles, en cada borde, esquina y rincón. Rocía con una mezcla de limón, vinagre y agua caliente para ablandar la suciedad y desinfectar.