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Evita el calor con bioclimatizadores

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    Para entender el funcionamiento de un equipo de climatización adiabática o bioclimatizadores necesitamos conocer algunas de las propiedades del calor, el aire y el vapor de agua. Estos equipos también suelen llamarse climatizadores evaporativos.

    El calor existe en dos formas. Está el calor sensible y el calor latente. El calor sensible es el que se puede sentir o palpar, es decir, lo podemos detectar con ayuda de un termómetro. El calor latente es calor invisible que no se detecta con un termómetro. Es el empleado para convertir agua en vapor, calor latente de evaporación. Mientras el agua líquida cambia su estado a vapor, el agua va absorbiendo el calor circundante. La temperatura no varía, pero la cantidad de calor o energía que absorbe el agua está contenida en la estructura molecular del vapor. La Climatización Adiabática sólo es posible gracias a este fenómeno natural denominado calor latente.

    ¿De dónde procede el calor latente?

    Este calor procede del aire y materiales circundantes. Cuando una sustancia cambia de sólida a líquida y de líquida a vapor, absorbe el calor de los alrededores. Esto viene a ser por que el aire, los objetos sólidos y líquidos se enfrían al ceder su calor a los procesos de fusión o evaporación.

    El calor total es la suma del calor latente y el sensible. Es la suma del calor que se puede sentir y aquel que no. Se mide en kilojulios. La evaporación total de un litro de agua absorbe aproximadamente 2000kJ de energía calorífica. Esto ocurre mediante un proceso que no precisa el suministro de energía externa. Los equipos de climatización adiabática requieren una cantidad muy pequeña de energía eléctrica para funcionar.

    Principios de la climatización adiabática o bioclimatizadores

    Los climatizadores adiabáticos han sido durante años utilizados en climas cálidos como en EE.UU, Australia y Oriente medio. En los últimos años su uso se ha extendido cada vez más a climas fríos. Esto es debido al calentamiento global y sus efectos que cada vez se sienten más. El acondicionamiento adiabático del aire imita, de muchas formas, los efectos disipadores de calor que se suelen dar en o cerca de las grandes extensiones de agua. Es un sistema capaz de climatizar de forma efectiva fábricas, almacenes, oficinas y otros muchos espacios.

    Existen dos tipos de temperaturas que son importantes en los sistemas de climatización adiabática. Por un lado, la temperatura de bulbo seco, que corresponde a la temperatura del aire medida mediante un termómetro expuesto a la corriente del aire. Por otro lado, la temperatura de bulbo húmedo, que corresponde a la temperatura más baja que se puede alcanzar mediante la evaporación del agua. Las temperaturas de bulbo seco y húmedo sirven para calcular la humedad relativa.

    El término humedad describe la cantidad de agua que existe en el aire; hace referencia a la cantidad que es capaz de contener. El aire se satura cuando es incapaz de contener más agua. Imaginemos que el aire es una esponja; si la esponja contuviera la mitad del agua que es capaz de albergar, estaría saturada al 50%. Si se aplica al aire, diríamos que la humedad relativa es del 50%.

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